martes, 24 de febrero de 2015

El Patio de Adela y el Caverchelo.Comb


Por: Pablo Soroa Fernández



El Proyecto Socio Cultural El Patio de Adela y el Caverchelo.comb.  es uno de los atractivos sociales y turísticos de la oriental provincia de Guantánamo y entre sus objetivos figura fomentar el changüí.
        Así se nombra  a la variante más desarrollada del son montuno en el Alto Oriente Cubano, desde el siglo XIX, aserto que corroboran sus aspectos organográficos y musicológicos, al decir del estudioso Ramón Gómez Blanco, uno de los precursores de la iniciativa. 
     Esta tiene por sede permanente el número 809 de la calle Agramonte, entre Prado y Aguilera, hogar de la médico y promotora cultural Adelaida Gómez Blanco (Adela), compositora que aporta sus conocimientos a la comunidad, con charlas educativas preventivas, útiles para la salud y para mejorar la calidad de vida.   
    Ella justifica, por tanto,  una parte del nombre del proyecto, mientras del resto son acreedores la agrupación musical (combo) que lo integra,  y el instrumento sui géneris logrado por el arquitecto Pedro Caverdós: una caja acústica con elementos curvos, capaz de ofrecer sonoridades como el guayo, güiro, tambor mayor y marimba, y la cual ha sido acogida con curiosidad y entusiasmo por el público.
    El Caverchelo obtuvo el Premio de la Oficina Cubana de Propiedad Industrial en invenciones, modelos y dibujos, en la misma convocatoria que lo mereció el Heberprot-P, medicamento contra el pie diabético, en la categoría de creadores y productos. 
   Tal novedoso instrumento deleita a los bailadores e impresiona en los espacios culturales que promueve mensualmente “El patio de Adela…”, en la Casa de los Abuelos, el Grupo para el Desarrollo Integral de la Ciudad, y en diversas comunidades del territorio. 
    El proyecto ofrece además clases para la confección de partituras musicales, acercamiento al origen de los géneros musicales autóctonos y, como resulta lógico, sobre cómo tocar el Caverchelo. 
   La idea de Caverdós, según expresó a esta blog “se emplea preferentemente en colectivos de pequeño formato: dúos, tríos y cuarteros, y en grupos que interpretan el Nengón, Kiribá, Regina Montunera y el Changüí.
  Declaró además el innovador que el Caverchelo es fruto de sus estudios sobre instrumentos atávicos utilizados preferentemente en la música montuna, tradicional y folclórica cubana, entre ellos la marímbula y el güiro vegetariano.
 


miércoles, 11 de febrero de 2015

El Faro Concha alerta a los navegantes




Por: Pablo Soroa Fernández
  
 En 1946, los capitanes de buques y otras embarcaciones leían en sus cartas de navegación esta reseña: Faro de Maisí. Torre de Silería de forma tronco cónica, con base octogonal y de color amarillo claro. Tiene una casa de mampostería hacia el W (oeste), pintada de amarillo claro. 

Como el resto de las estructuras que  irradian luz durante la noche y constituyen  referentes para guiar a los navíos en aguas cercanas a la costa,  el Faro de Maisí es uno de los 457 que en Cuba cumplen esa función.

Su misión es tanto más delicada cuanto que está situado al pie del Paso de los Vientos, por donde circulan a diario más de medio centenar de trasatlánticos, y esporádicamente frágiles embarcaciones tripuladas por haitianos que huyen de la miseria de su país. 

Esta gran torre se comenzó a construir en 1857, en obediencia a una Real Cédula emitida el año precedente por la reina Isabel II, a la que el capitán de ingenieros Don Mariano Romero dio cumplimiento el primero de noviembre de 1862.  

La instalación se encuentra, pues al borde del siglo y medio de vida, y durante ese largo período ha cargado con el estigma de su nombre:  Concha, con el cual se quiso homenajear al militar José Gutiérrez de la Concha,  gobernador superior y Capitán General de Cuba entre 1850-1852, 1854-1859 y 1874-1875.

Contra lo pensado, el Faro se ubica en Punta de la Hembra, a dos millas y media de Punta de Maisí, y no en este último lugar como suele creerse.

 Para materializar su humanitaria función el “Concha” ha recorrido toda la escala de la iluminación: una mecha en su primera infancia, más tarde lámpara de aceite o kerosina; luego ese alumbrado fue sustituido en 1955 por vapor de petróleo y presión. 

En los pasados años 70  se instaló un potente foco,  emisor de  un destello-relámpago visible a 32,5 millas, el cual fue relevado dos décadas después por un dispositivo mecánico que destella cada cinco segundos y gira 240 veces por hora, con un consumo de electricidad mucho menor. 

 Los que allí laboran, son capaces de medir por observación la fuerza del mar, tomando como referencia la altura de las olas al chocar con la proa de Cuba.

Entre sus responsabilidades figuran la de emitir cada seis horas un parte al Control, radicado en Banes, Holguín, el cual incluye el citado parámetro, y otros como la dirección e intensidad  del viento,  visibilidad tanto en tierra, como costera. 

A ellos se debe que nada pase en el Paso de los Vientos, ese peligroso brazo de mar que geográficamente se interpone entre esta ínsula caribeña  y  La Española,  la Segunda Mayor de las Antillas, compartida por Haití y República Dominicana.

martes, 10 de febrero de 2015

La Soyuz 38, orgullo de los guantanameros.

  Por: Pablo Soroa y Niurka Doralis


 Fue Cuba  el noveno país en poner un hombre en el espacio celeste y Guantánamo, la tierra que proporcionó al héroe que protagonizó tal hazaña, el guantanamero Arnaldo Tamayo Méndez, se convirtió en 1980 el primer cosmonauta latinoamericano. 

   El artefacto espacial - prueba fehaciente de aquella misión-, se encuentre ahora  entre las preferencias del visitante que asiste curioso al Museo Provincial de Guantánamo,  para conocer más de aquel hecho, esta institución cultural ubicada en la intersección de las calles Martí y Prado, en el centro histórico urbano de la Villa del Guaso. 

   Con un peso de tonelada y media, la “pieza” resulta monumental  comparada con el resto de las guardadas en el recinto, pero discreta para acoger en su interior a dos adultos, circunstancia que llama la atención de quienes transitan por la Sala Vuelo Conjunto URSS - Cuba: memoria histórica de un vuelo espacial. 

  El salón atesora también numerosas pruebas de aquel vuelo, que duró siete días, 20 horas, 43 minutos y 24 segundos en el complejo orbital Saliut-6 - Soyuz 37, donde se efectuaron experimentos científicos, en beneficios de ambos países. 

    Ese rincón ha devenido uno de los principales atractivos del Museo, cuyas guías  explican que, además del empleado por los cosmonautas para el ascenso y descenso,  las “Soyuz” disponen otros dos módulos: el orbital y el de instrumentación-propulsión, los cuales se desechan y volatilizan en la atmósfera. 

   La muestra expositiva ofrece a través de objetos originales y de gigantografías  un recorrido cronológico, incluido los hechos que antecedieron al vuelo conjunto, la preparación teórica y práctica de los cosmonautas elegidos, la estancia en el cosmos de Tamayo y Romanenko, el regreso a la estepa kasaja y el recibimiento  tributado en La Habana, primero,  y luego en Guantánamo y Baracoa.

   Se conservan entre esas paredes libretas de apuntes sobre las clases recibidas en idioma ruso  durante el adiestra,miento teórico en el Centro de Preparación para Cosmonautas de la Ciudad Estelar Yuri Gagarin, una réplica de la nave Soyuz 38 entregada en Moscú al cubano después de cumplida la misión;  muestras de alimentos deshidratados que formaban parte de la dieta, durante el periplo. 


lunes, 9 de febrero de 2015

Cruzada Teatral Guantánamo- Baracoa: una mirada por dentro


 

Por: Lorenzo Crespo Silveira

Este año, como otros tantos, los cruzados y sus invitados mantienen la misma ruta de recorrido por los senderos y caminos difíciles de la primera trinchera antiimperialista, Guantánamo. El entusiasmo de llegar a más de 200 comunidades y actuar para un público diverso en medio de las celebraciones de sus 25 años cumplidos regalando arte, es mayor.

De ellos y lo espectacular de sus funciones, mucho conocemos los de esta parte de la Isla cubana, de cómo conviven durante 34 días albergados o en casas de campaña lejos de sus hogares o nacionalidad, muy poco quizás. En cambio yo lo logré en ocasión de su edición 23, se ajustan a todos los ambientes y climas, son una familia. Recuerdo bien aquel entonces y comparto con ustedes algunas instantáneas…




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domingo, 8 de febrero de 2015

Áreas protegidas de Guantánamo, un valioso aporte a la salud y la economia local y nacional.




Por Pablo Soroa Fernández 
 


   Las áreas protegidas son zonas selváticas o boscosas, marinas y fluviales especialmente seleccionadas con el objetivo de lograr la conservación y protección de ecosistemas, la diversidad biológica y genética, así como determinadas especies.


 Es Guantánamo uno de los territorios Cubanos donde se atesora una gran variedad estas áreas, las que brindan importantes aportes ecológicos y ambientales , por poseer grandes reservas de agua dulce y su inmensa masa boscosa es rica en plantas medicinales.

 
   Se enriquece el medio ambiente por la existencia de abundantes árboles que expulsan al aire gran parte del oxígeno que se consume en esta isla del Caribe y en el resto de la región,  además de captar grandes cantidades de dióxido de carbono, uno de los  gases  responsables del calentamiento global.

    La fauna y la flora de estos parajes también  pueden resolver problemas de salud humana y animal, aseguró la Doctora Yamilka Joubert Martínez, directora de la guantanamera  Unidad Presupuestada de Servicios Ambientales (UPSA) Alejandro de Humboldt.

  De las 263 áreas protegidas existentes en Cuba, o propuestas para su aprobación, Guantánamo cuenta con 29, ya siete cuentan con ese aval. 

   Se destacan: la reserva de la biosfera Cuchillas del Toa, el Parque Nacional Alejandro de Humboldt (PNAH) con la mayor biodiversidad en la Mayor de las Antillas y el resto del Caribe Insular,  éste fue declarado desde hace más de una década  Sitio Natural de Patrimonio de la Humanidad , ocupado por 70 mil 680 hectáreas, se le unen la reserva ecológica Hatibonico, la reserva florística manejada Sierra Canasta, y los elementos naturales destacados Yunque de Baracoa, Cañón de Yumurí y Yara-Majayara.

  En el entorno de la mayor área protegida del extremo oriente cubano, la UPSA promueve un mejor servicio, diversificación y expansión del turismo, figurando entre las iniciativas la filmación de documentales, el ecoturismo, el turismo científico, de aventura y rural, pasantías temporales que otorgan diplomas de pregrado y posgrado, y observación de aves y otros elementos del medio ambiente.




miércoles, 4 de febrero de 2015

Balseros de Baracoa

Por: Pablo Soroa Fernández
No tan afamados como los del Toa, los “cayuqueros” del Quibiján se cuentan entre los  que en la región más oriental de Cuba aun utilizan la vía fluvial como un medio para resolver ciertas necesidades, en particular la de transporte individual y de mercancías.

Los balseros de la corriente fluvial más caudalosa del archipiélago son seguramente más expertos, y fueron inmortalizados en la afamada canción de Juan Almeida (Yo soy Balsero del Toa), pero no están exentos de méritos los que navegan con su cayuco por uno de los 71  tributarios de aquella.

No hay que olvidar que en 1955 las aguas de ese afluente, en contubernio con el ciclón Hilda, derribaron el primer puente prefabricado construido en la llamada pseudorrepública. Sus restos pueden apreciarse aún a la vera de ese torrente.

Unos y otros, sin embargo, dominan a la perfección, con elegancia, el oficio para el cual son imprescindibles no sola la balsa y la imprescindible vara, sino cierta gracia, dotes de equilibristas y aplomo. 

 Pero ser “cayuquero” exige agilidad y saber no fuera del agua, sino dentro de ella, que es lo difícil.

 Pero, a no dudarlo, hay diferencias entre ambos. Los del Toa surgieron por la necesidad, que es siempre la que crea el órgano; los del Quibiján. El periodista conoció a uno de estos que construyó su balsa con el único fin de trasladar en ella a los niños hasta la orilla contraria donde está la escuela.

 Cuando este subordinado del Toa crece, “no da paso”, como dicen los guajiros, y la educación de los hijos hay que garantizarla contra viento y corriente, aunque esta sea la de un río muy potente.

 Aunque entristezca pensarlo, el oficio de “cayuquero”, está llamado a extinguirse. El desempleo y el hambre no existen ya en los montes más inhóspitos de la Isla y aquel medio de sustento pierde fuerza.

 Hoy, en cualquier punto de la lejana Baracoa las carreteras y terraplenes desplazan a la vía acuática y el que no trabaja es por su arbitrio.
 Perdurará, sin embargo, el encanto y la poesía que son su remar de décadas trajeron esos hombres al sitio más paradisíaco de Cuba y del Caribe Insular.

 Parafraseando al poeta en una de sus Rimas... Podrá no haber balseros, pero siempre…