jueves, 8 de mayo de 2014

Un rey en la corte del chocolate (III y final)


Por Pablo Soroa Fernández 


Proveniente de la rama cañera, ha ganado numerosos adeptos entre los cultivadores de cacao, la frase del el científico cubano Álvaro Reynoso, según la cual el ázucar se produce en el campo y la fábrica o central se limita a extraerla. 

La extrapolación de esa sentencia a la tarea  convertir  el cacao en chocolate, ha arrojado dividendos en un proceso que se inicia en el vivero,  prosigue con la siembra y recolección, y a gran escala concluye en la industria beneficiadora, donde la pasta se fermenta en un proceso escalonado de decantación de mieles, durante su estancia de 24 horas en seis cajones o gavetas. 

Durante el trayecto del cacahual a la planta de beneficio, Urbano Rodríguez, el septuagenario   Rey del Cacao advierte que en la segunda el secado se efectúa, igual que en la finca, en secaderos (donde las habas permanecen 48 horas) al aire libre, pero sin gavetas lo cual obliga a una vigilancia permanente de las condiciones meteorológicas, para que no se mojen los granos.
    
La humedad excesiva, tanto en el campo como fuera de él, afecta la calidad del producto que del área de secado pasa a los almacenes,  y posteriormente a la Empresa de Derivados del Cacao Rubén Suárez Abella, inaugurada por el entonces Ministro de Industrias, Comandante Ernesto Che Guevara, el primero de abril de 1963.  Es la única de su tipo en el país y hasta ella se traslada la producción de otras localidades.

Existe una especie de dualidad o repetición en todo el proceso agroindustrial. En la fábrica el grano se tuesta, tritura, despoja de la cubierta y luego se muele.

Rodríguez ofrece explicaciones in situ de ese paso: “Del molinado se obtiene primero el licor de cacao, el cual, prensado, da lugar a la cocoa y la manteca de cacao, renglones básicos para la industria del chocolate”

La factoría de Baracoa cuenta con dos líneas: tabletas de chocolate y  bombones finos. Ambas gozan  de gran aceptación  nacional e internacional, y la segunda se produce en colaboración con Bélgica, país que ha adiestrado a varios técnicos cubanos. 
ENEMIGOS GRATUITOS

La recogida del fruto a tiempo, y la polinización manual junto a medidas de conservación han probado su efectividad en la batalla contra dos enemigos mortales de la semilla: la falta de humedad (que la perjudica canto como el exceso) y la deficiente atención agrotécnica.

La vitalidad de los cacaotales de Duaba, se debe al cumplimiento estricto de esas normas y a proyectos ejecutados por investigadores y técnicos de la estación experimental de Hoyos de Sabanilla, dirigidos a la mejora genética de la planta y al tratamiento de sus enfermedades.

“Alli se crean plantíos y se ofrece asesoramiento técnico a los productores”, subraya el entrevistado.

La experiencia ha demostrado que el éxito de la proliferación del cultivo en Baracoa obedece al clima óptimo, el cual oscila entre los 23 y 28 grados Celsius. Por encima de 30 daña el vigor y la productividad de la mata, y por debajo de 15, “las flores no abren, y caen antes de los dos días”.

Temperatura y humedad equilibradas, pertinente regulación de sombra (árboles de gran fuste como el Júpiter o Piñón Florido se la proporcionan): ahí está el secreto, y no en la altura del terreno, porque en Baracoa, el cacao crece lo mismo a 600 metros sobre el nivel del mar, que en el valle Jamal-Mosquitero,  emporio nacional del cultivo.

Una planta proporciona millares de flores, inodoras, pequeñas, de color blanco amarillento, pero solo el uno por ciento se transformará en mazorca.  Brotan del tronco como ramilletes dorados, y en su lucha por perpetuar la especie encontrarán más obstáculos que el espermatozoide para fecundar el óvulo.

LA CASA DEL CHOCOLATE

En la Casa del Chocolate, en el núcleo urbano más antiguo de la Isla, se expende a la población el chorote, el ya mencionado tesoro culinario, y el helado cuyo sabor dará por sentado el leyente. La instalación gastronómica, una escala en la Ruta del cacao se inauguró el 13 de agosto de 2006 y disfruta de privilegiada asiduidad.

Los campesinos se guían por un procedimiento similar al empleado por los aztecas de la época precolombina, para preparar ese chocolate a la española que tan fácilmente se adquiere en el establecimiento: empleados, debidamente asesorados, se esfuerzan por mantener esa tradición a flote y brindar un exquisito trato, tanto a sus convecinos, como a los turistas nacionales y extranjeros.

La entidad se encuentra en un lugar estratégico: a la vera del taller del pintor Orlando Piedra, que ha reflejado en su obra el devenir del Theobroma cacao. A pocos metros la Casa de la Trova, y casi al frente, la Parroquia Nuestra Señora de la Asunción de Baracoa, donde se guarda la Cruz de la Santa Parra, una de las 29 plantadas por Cristóbal Colón en su travesía por los mares del nuevo mundo.

ANTIOXIDANTE Y MEJORADOR DEL ÁNIMO

A los atributos mencionados por Urbano (afrodisíacos, antibacterianos y antioxidantes), hay que añadir al subproducto más delicioso del Theobroma, la riqueza en grasas y hidratos de carbono, y de proteínas, elementos de utilidad incalculable para situaciones que reclaman esfuerzo energético extraordinario, como la práctica deportiva.

Tal circunstancia se aviene a los propósitos de la Primada de Cuba, de convertirse en una potencia del llamado Turismo de Naturaleza, al contar con una fuente nutritiva contentiva también  de  potasio, fósforo y magnesio, y vitaminas Bl y ácido fólico.

Investigadores  conceden al chocolate (bebido o en tabletas)  la propiedad de mejorar el humor por su riqueza en endorfinas, hormonas inductoras de un estado de bienestar y felicidad, y aseguran que la ingestión de 25 gramos al final de las comidas favorece la eliminación de lípidos indeseables.

En sus lecturas, el Rey del Cacao se ha enterado de que el pilar en que se sustenta su cetro, actúa como antioxidante, y previene enfermedades cardiovasculares, “porque contribuye  a la elasticidad de arterias y vasos capilares y con ello a la circulación sanguínea”.
    
Según una pesquisa científica,    la esperanza de vida es mayor en los consumidores habituales de chocolate, y menores las posibilidades de contraer cáncer.

CONFLUENCIA DE RUTAS

El vocablo ruta, explica el especialista,  se aplica a la dinámica de desplazamiento de poblaciones, civilizaciones, culturas, y la del cacao en Baracoa tiene que ver además con el paisaje cultural y la arquitectura vernácula, el patrimonio industrial y con sitios de memoria relacionados con la ruta del Esclavo, expresa  Fréderic Vacheron, del Programa de Cultura de la Oficina Regional para América Latina, República Dominicana y Aruba, de la UNESCO:
    
Según el funcionario, en los montes baracoanos se empleó la servidumbre en las plantaciones cacaoteras, y uno de los objetivos del Proyecto es romper el silencio sobre el tema del comercio trasatlántico de esclavos.
    
El especialista Nilson Acosta ha precisado que la esclavitud en los cacaotales tuvo el mismo impacto inhumano que en los cafetales o en la industria azucarera de la Isla.
   
Según su criterio, el ejercicio de una actividad agroproductiva centenaria por una comunidad de individuos, genera rasgos particulares asociados a ella.
   
La variedad de expresiones de la ruta del Cacao se trasmite de forma natural entre generaciones por su permanencia, por su peso en la secularidad de esa forma productiva que requiere de gran maestría durante todas las etapas de su procesamiento agrícola e industrial.
   
Ese conocimiento se adquiere de forma empírica, a partir del propio trabajo y las enseñanzas adquiridas por la transmisión de las personas de más experiencias, de esos Tesoros Humanos Vivos, entre los cuales Urbano Rodríguez, sigue siendo el Rey.

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