Por primera vez Cuba se inserta en La industria mundial de los videojuegos con cinco productos didácticos completamente terminados.
El mercado de este sector tecnológico experimenta una tasa de crecimiento constante.
Durante el XIII Congreso Internacional de Información INFO 2014,
celebrado recientemente en esta capital, un especialista del tema
aseguró a Prensa Latina que esos productos podrán competir en un futuro
próximo en el mercado internacional.
Jorge Luis Rosell, experto principal del grupo cubano de Estudio de
Videojuegos y Materiales Audiovisuales (Evima), explicó que esa entidad
no solo crea videojuegos sino que produce la cinemática que contribuye a
la promoción de esos productos.
Evima pertenece a la dirección de los Joven Club de Computación y
Electrónica, y surgió el 9 de septiembre de 2010 como parte de una
estrategia para crear servicios que pudieran ser compartidos por todos
los usuarios.
Por su parte, los Joven Club constituyen una red de centros
tecnológicos que surge el 8 de septiembre de 1987, con el objetivo de
contribuir a la socialización de las tecnologías y la informatización en
Cuba, con énfasis en el sector juvenil.
Evima está conformado por profesionales egresados de la Universidad de
Ciencias Informáticas, la Ciudad Universitaria José Antonio Echeverría y
el Instituto Superior de Diseño Industrial, así como trabajadores de
los Joven Club. Ese grupo cuenta, además, con desarrolladores en ocho
provincias del país.
Rosell puntualizó que la primera tarea de la entidad fue identificar
los tipos de juego que más se consumían en el archipiélago, y gracias a
esa investigación se crearon los cinco primeros juegos terminados, de
factura totalmente nacional.
Aunque muchas instituciones llevan años produciendo videojuegos, estos
son los primeros que se desarrollan completamente en la isla, añadió.
Se trata de los productos Beisbolito, Gesta Final, Comando Pintura,
Boombox y A Jugar; que obedecen a las categorías de juegos de aventura,
disparo, inteligencia, habilidad y juegos para red.
El especialista explicó a Prensa Latina que Beisbolito es un juego de
inteligencia desarrollado en tecnología 2D y destinado a niños de
enseñanza primaria de primer ciclo; en él se combinan operaciones
matemáticas con juegos de tablero sobre el deporte nacional de Cuba, el
béisbol.
Por otra parte, Gesta Final está realizado totalmente con gráficos
tridimensionales y su diseño está concebido para interactuar en primera
persona.
Ese producto reproduce la epopeya del Ejército Rebelde desde el
desembarco de los expedicionarios del yate Granma por costas del oriente
cubano en 1956, hasta el triunfo de la Revolución en enero de 1959.
Los combates que aparecen en el juego están recreados mediante
escenarios históricos, como los enfrentamientos de Alegría de Pío o La
Plata, todo el diseño de vegetación, armamento y vestuarios obedece a la
realidad de la época. Comando Pintura, por su lado, promociona la NO
Violencia pues se trata de módulos de batalla a través del lanzamiento
de pintura, un juego que existe en la vida real, puntualizó Rosell.
Su aspecto novedoso es que constituye el primer juego cubano que
permite a los jugadores interactuar virtualmente mediante la red.
El otro producto es una colección denominada A Jugar, un compendio de
muchos juegos pequeños donde aparecen varios de los personajes animados
producidos por el Instituto Cubano de Arte e Industria Cinematográficos
(Icaic).
Por último, Boombox se basa en los juegos de laberintos y está desarrollado en 3D.
El especialista principal de Evima reveló que, aunque lo primordial en
estos momentos es perfeccionar los juegos ya creados, el grupo trabaja
en dos nuevos proyectos que entran en las categorías de detectives y
plataforma.
Una de las propuestas se denomina Fernanda, basado en el conocido
personaje de dibujos animados creado por el Icaic, mientras que la
segunda lleva el nombre de Las aventuras del Capitán Plin, popular
personaje de historietas y animados cubanos.
Rosell agregó que como proyecciones más futuras tienen establecido
crear simuladores de avión y desarrollar nuevas ideas en el terreno de
los juegos deportivos, como competencias de automóviles y torneos de
béisbol.
En medio de una industria competitiva y altamente enajenante, Cuba
realiza su entrada a esa dinámica con una premisa diferente: divertir y
fomentar el desarrollo intelectual en la juventud dentro y, por qué no,
fuera de sus fronteras.
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